Las teorías acerca de algunos comportamientos en los perros son muy diversas, y es que, aunque llevemos miles de años conviviendo de una manera tan estrecha, aún son muchas las dudas que surgen acerca de su conducta. Por suerte, el interés por comprenderlos y aprender sobre comunicación canina es cada vez mayor. En este artículo, hablaremos concretamente de un comportamiento muy común, pero muchas veces malinterpretado: cuando un perro se tumba mirando fijamente a otro perro que se aproxima. ¿Te suena?
Por supuesto, tenemos que recordar que la comunicación canina es muy compleja y que, aunque intentemos centrarnos en una conducta muy específica, debemos ser prudentes a la hora de extrapolar la información a un caso concreto. Factores como el propio perro o el contexto, influirán en la correcta interpretación de lo que está sucediendo. Siempre debemos tener en cuenta otros aspectos relacionados con la comunicación canina para hacer una interpretación ajustada.
El tumbado
Cuando decimos que un perro se tumba, el abanico de posibilidades es muy amplio. No es lo mismo que nuestro perro se tumbe en posición de esfinge, que lo haga de lado, hecho una “bolita” o con el abdomen hacia arriba, entre otras posibilidades. Cada una de estas opciones corresponde a situaciones e interpretaciones muy diferentes. Pero ¿qué pasa en la siguiente situación?
Vamos paseando con nuestro perro cuando, al girar una esquina, vemos que otra persona y su perro se dirigen hacia nosotros. Nuestro perro se frena (o baja la velocidad) y se tumba. Sin quitarle la mirada al otro perro, permanece inmóvil hasta que la distancia es demasiado corta. En ese momento, nuestro perro se abalanza sobre el otro de una manera brusca y completamente desproporcionada.
Nos podemos imaginar esta misma situación o cualquier otra en la que el perro se comporta de una forma similar ante una situación parecida. En todo caso, ¿qué pretede nuestro perro al tumbarse?, ¿quiere jugar?, ¿quiere mostrarse “sumiso”?, ¿quiere que el otro perro se acerque para saludarlo?
¿Qué significa este tipo de tumbado?
Con frecuencia, se tiende a interpretar este comportamiento con el deseo de jugar. La manera “entusiasta” con la que el perro se levanta para interactuar, se puede confundir con ganas de juego, pero en realidad es fruto de la sobreexcitación tras haber vivido una situación difícil en la que la tensión ha ido en aumento.
Limón se tumba cuando ve aproximarse a otro perro.
Limón reacciona de manera sobreexcitada cuando la distancia se acorta.
El tumbado es una señal altamente comunicativa, por lo que si tu perro se tumba al ver aproximarse a otro perro, no es casualidad. Pero lejos de querer jugar, lo más probable es que tu perro esté marcando un límite de distancia.
¿Marcando un límite de distancia? Sí. Con el tumbado le estaría comunicando al otro perro algo así como: “eyy hola, hasta ahí bien, no avances más por favor, que no me siento cómodo”. Quizá simplemente necesite que el otro perro vaya más despacio, se frene un momento, avance en una trayectoria menos directa o, simplemente, no se acerque (los perros no siempre quieren saludar).
En la interacción entre dos o más perros, en muchas ocasiones estos requieren de tiempo y/o distancia de la que no siempre disponen. Calles estrechas, correas que les sujetan, las prisas… Son algunos de los factores que les “obligan” a vivir situaciones en las que su capacidad de decisión se ve limitada.
Este mismo tipo de tumbado se puede dar en otras circunstancias. Un ejemplo es el acecho y tumbado que realizan algunos perros durante el pastoreo. Razas, como los border collies seleccionados para esta función, realizan estas pautas motoras para mover el ganado. Sin entrar en mucho detalle, con el acecho y con el tumbado consiguen que el rebaño se frene o avance en otra dirección, por ejemplo.
Por otro lado, están los cachorros, que a través del juego consiguen aprender a comunicarse e interactuar con otros perros. Durante estos juegos, muestran un amplio abanico de conductas, entre ellas, las que forman parte de la secuencia de predación, como el acecho y el tumbado. Y esto mismo puede hacer un perro adulto dentro de sus estrategias para gestionar algunas situaciones (pero de estrategias hablaremos en otra ocasión).
¿Qué puedo hacer para ayudar a mi perro?
El primer paso para interpretar correctamente lo que nuestro perro hace y saber cómo se siente, es conocer la comunicación canina. El segundo paso, es escucharlo.
Como hemos mencionado en el artículo, ante un tumbado de estas características, nuestro perro probablemente está pidiendo tiempo y/o distancia. Una vez hemos interpretado lo que está sucediendo, está en nuestras manos facilitárselo (siempre habrá excepciones).
Desde El Perro Limón te animamos a profundizar más en el “lenguaje de los perros”. Ellos se esfuerzan mucho en comprender a los humanos, ¿hacemos nosotros lo mismo por ellos?
Si quieres entender a tu perro, te recomendamos nuestro Curso de Comunicación Canina.
Nunca es demasiado tarde y ,sobre todo, nunca es demasiado pronto. 🙂